jueves, 22 de octubre de 2015

SANATORIO DE LA ATALAYA



Principalmente se construyó para albergar enfermos de tuberculosis pero posteriormente pasó a ser un Hospital Psiquiátrico.

Con los años los enfermos del sanatorio disminuyen y muchas plantas quedan vacías. Es aquí cuando la gente que pasaba por allí comenzó a alertar de espantosos gritos que se escuchaban de noche. Posteriormente se dijo que pertenecían a la locura de los pacientes.

Finalmente en los años 80 el sanatorio se abandona y empiezan a suceder diversos fenómenos paranormales e incluso un asesinato.
Noche de 21 de abril de 1987, Isidro Mejías, un policía nacional de 33 años casado y padre de dos hijos acudió al cuartel, recogió su arma personal y subió al cerro de La Atalaya causando la muerte de María del Mar y Alfredo, una joven pareja que acudió al Sanatorio aquella misma tarde para pasar el día.
A las dos de la madrugada Isidro Mejías llegó al lugar de los hechos. Se puso delante del Citroën Visa de Alfredo y descargó su pistola contra la pareja. María del Mar presentaba un disparo en la muñeca, otro en la mano y dos más en el pecho. Los disparos iban apuntados hacia la cara, de ahí las balas en la muñeca y mano de María, que trató de taparse la cara para protegerse de los disparos.
Los jóvenes tenían los seguros del coche puestos, probablemente sabían que algo malo sucedía cuando lo vieron bajar del coche.
El policía, tras matar a los dos jóvenes, se metió en su coche, cerró la puerta y se pegó un tiro en la sien, acabando con su vida y llevándose para siempre el secreto del motivo que le impulsó a cometer este horrible acto.
Hoy en día hay una placa en el lugar del crimen en conmemoración.
Fotos después del suceso publicadas en el diario Lanza.
En antigua capilla,  situada en el primer piso, se han realizado diversas sesiones de Ouija incluso rituales por la gente que acude al lugar. Es muy común encontrar en la Atalaya palomas degolladas limpiamente con la precisión de un bisturí.
Numerosos los testimonios que afirman haber visto extrañas luminarias sobrevolando el Cerro de la Atalaya donde se ubicaba el sanatorio.  Al parecer uno de estos avistamientos fue visto por bastante gente y algunos telediarios se hicieron eco de esta noticia.
Justo en la curva de la entrada del sanatorio numerosos son los testigos que han visto a una mujer a la que llaman “La dama de la Atalaya”. Una autoestopista que alza el dedo en mitad de la noche y pide al primero que pare que la lleve a la ciudad.
Curva donde según los testimonios se aparece la “dama de la Atalaya”.
La mayoría de apariciones que se han visto en la Atalaya han sido de niños, probablemente porque fuera un hospital psiquiátrico infantil. También se han realizado diversas psicofonías como esta recogida por un grupo de investigación.



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